Escribir es una tarea titánica. Ya sea un libro, un cuento, o un artículo para tu blog.  Lograr que lean tu escrito es más difícil aún, en la vida real (como cuando publicas una novela) y en el mundo online (como cuando lanzas ese post que has tardado tres semanas en redactar y tus visitantes no tardan ni 20 segundos en ojearlo). Una de las diversas opciones que te da el SEO para encontrar buenos lectores es el uso de categorías para clasificar tus artículos y el de etiquetas (tags) para marcarlos.
Para entender el concepto SEO de categorías y etiquetas usaré una analogía común y corriente: Cuando vas al supermercado, los pasillos del mismo están organizados. Los productos van agrupados por su tipo: Detergentes y desinfectantes, galletas, licores, quesos, artículos de aseo personal, etc. El grupo (casi único) al que pertenece un producto viene a ser su «categoría». Cuando nos referimos a sitios web, podemos tomar como ejemplo, los periódicos. Sus portales tienen una estructura bien definida en cuanto a las categorías: Política, Economía, Deportes, Farándula, y otros.
taxonomía en blogs

Los supermercados clasifican los productos en categorías para facilitar la compra al consumidor.

El proceso de lectura

Por suerte, las categorías son fáciles de entender. Su uso es más intuitivo porque estamos acostumbrados a categorizar las cosas. El problema viene cuando tratamos de asignar las etiquetas. Para entender mejor el papel de las etiquetas en un blog (y en el mundo del SEO en general), veamos los pasos que realiza un usuario de Internet para llegar a tu artículo del blog:
1. En algún lugar – sea una página de resultados de búsqueda, una red social u otro blog – leyó el título del artículo y atrajo su atención. De allí la importancia de un buen titular, porque es lo primero que ve el futuro visitante.
2. Interesado en el contenido, se fija en el extracto (snippet) o resumen del post. Es aquí donde debes convencerlo de que tu post vale la pena, así hará clic y llegará hasta el artículo publicado en tu sitio web.
3. Comienza a leer el primer párrafo. Si tu introducción es la apropiada, el visitante seguirá leyendo. En caso contrario, hasta aquí llego la visita 🙁. Neil Patel, en este post, explica muy bien varias técnicas para asegurar que tu introducción sea todo un éxito.
4. Supongamos que tu primer párrafo salió triunfante y que el visitante ha decidido leer (casi) todo tu artículo. En ese momento se convierte en un lector. Digiere con gusto el post que has redactado y probablemente quiera seguir leyendo algo más. En este punto, entran en juego tus etiquetas: si hay un contenido asociado al artículo que le gustó a tu lector, debe estar marcado con una etiqueta que lo lleve hasta otro artículo.
Veamos mejor esta secuencia con un ejemplo: Ha llegado un visitante a tu sitio web deportivo para leer un post sobre la reciente contratación de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. Después de leer el artículo, que debe estar clasificado en tu categoría Deportes y en la subcategoría Fútbol, es MUY PROBABLE que ese lector muestre interés en ver más información relacionada con Cristiano Ronaldo o con el Real Madrid. Por lo tanto, mi recomendación para ese artículo en particular es que le asignes dos etiquetas: Cristiano Ronaldo y Real Madrid. De esta forma, el usuario podrá encontrar fácilmente más información sobre ese contenido que le gusta (Cristiano Ronaldo o el Real Madrid).
Elegir una buena etiqueta es una relación ganar/ganar: tu lector consigue más información de lo que quiere y tú aumentas la tasa de permanencia de tu blog 🙂.
Como complemento al tema de las categorías y etiquetas creo que este artículo de Javier Gosende es bastante ilustrativo.
[Tweet «#SEO: Elegir una buena etiqueta es una relación ganar/ganar. Aprende cómo hacerlo»]

Definiendo etiquetas (tags)

 En cuanto a las recomendaciones para definir tus tags, a continuación te dejo una sencilla y práctica lista:
  1. La etiqueta debe ser una temática que abarque varios artículos que compartan un asunto en común. Tener una etiqueta que sólo apunta a un artículo NO ES UNA BUENA DECISIÓN desde el punto de vista de SEO.
  2. Una mención que sea simplemente referencial no debería ser una etiqueta (salvo contadas excepciones). Si tu artículo trata tangencialmente un asunto, NO ETIQUETES ESE ASUNTO. Hazlo cuando profundices en un tema secundario de tu post.
  3. Si estimas que un tema va a ser tendencia por un lapso mayor de una semana, vale la pena asignarle una etiqueta. De esta manera, obtendrás visitas mientras el tema sea de interés para el público.
  4. La etiqueta no puede coincidir con alguna categoría. Sencillamente debe marcarse el post como perteneciente a dicha categoría.
  5. Un post puede pertenecer a dos categorías (una de ellas como principal).
  6. Antes de crear una etiqueta, verifica si ya existe una similar. De ser así, use la que ya existe y no crees otra redundante. Esto mantendrá la consistencia de tu taxonomía y folksonomía (el conjunto de categorías y etiquetas que permiten clasificar el contenido).
  7. No crear más de dos etiquetas nuevas por artículo. Esto para evitar que tu estructura de etiquetado crezca de forma descontrolada.
  8. Preferiblemente no asignar más de 5 etiquetas a un artículo. No existe un límite establecido, pero puedes tener esta cifra como un tope conveniente.
  9. Cuando el nombre de una categoría se menciona en el título es casi seguro que dicho artículo pertenezca a esa categoría.
  10. Si una palabra que aparece en el título coincide con el nombre de una etiqueta, incluye dicha etiqueta para el artículo.
  11. Si el contenido del post está focalizado para una zona geográfica específica, es recomendable agregar esa ubicación como una etiqueta (sobre todo si no se menciona en el título).
  12. No crear una etiqueta nueva si no estás seguro de que va a escribir sobre esa misma temática en los próximos 30 días.

Las restricciones son temporales, sobre todo en las etapas iniciales de tu blog (mejor dicho, mientras adquieres experiencia etiquetando), debido a que mediante los primeros artículos se va definiendo la taxonomía del sitio. No obstante, el resto de las sugerencias constituyen una buena práctica para la asignación de etiquetas en general.

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